Muchos creen que la sustentabilidad es una filosofía tan poderosa
que pronto cambiará el curso de todos los aspectos
de nuestra vida y del planeta
JASON F. McLENNAN
La primera vez que me invitaron a desarrollar un proyecto de iluminación sustentable, en el año 2005, para el edificio corporativo de HSBC en la Avenida Reforma de la Ciudad de México era algo nuevo que no se había hecho antes en México.
Yo no conocía del tema ni imaginé lo que iba a influir en el futuro de mi vida profesional. En cuanto tomé conciencia del tema y comprendí el valor de la sustentabilidad, decidí involucrarme de una forma definitiva y fui descubriendo, a profundidad, esta nueva filosofía como una forma de vida.
El equilibrio que resulta de factores económicos, sociales y medioambientales es lo que entendemos por Sustentabilidad; estos concepto integran las necesidades básicas de la presente generación, la capacidad de los sistemas naturales y las necesidades de las generaciones futuras.
Jason McLennan, es actualmente uno de los estudiosos más influyentes en el movimiento del diseño sustentable a nivel internacional. En su libro La filosofía de diseño sustentable considera como eje central el concepto de “respeto”:
…….. respeto por la sabiduría de la naturaleza
…….. respeto por la gente
…….. respeto por el lugar
…….. respeto por el ciclo de vida
…….. respeto por la conservación de la energía y los recursos naturales; y
…….. respeto por el proceso de diseño
Los principios de McLennan han creado un marco de referencia, un punto de partida, para actuar con responsabilidad cuando nos acercamos a alguno de ellos en un proceso de diseño.
Uno de los grandes retos de esta filosofía, es que requiere de un compromiso profundo donde es importante remarcar que cada uno de nosotros tenemos un rol que jugar, pues este tipo de diseño no se presenta como “otra opción”, sino que representa una gran responsabilidad para nosotros los diseñadores profesionales.
Einstein decía que no podemos resolver los problemas actuales con los mismos criterios con los que se crearon, que tenemos que cambiar nuestra forma de pensar para abordarlos de manera diferente. En este sentido, es una obligación moral generar nuevas soluciones que profundicen en los principios del diseño sustentable porque sólo de esta manera nos acercaremos a verdaderos cambios que conlleven un valor y un beneficio social.
Una de las metas de este gran movimiento es mejorar la calidad de vida, entendiendo por esto crear mejores edificios para la gente, mejores productos para su uso y mejores sitios para habitar eliminando el impacto negativo en el medio ambiente.
Cuando comencé a escuchar y a estudiar teorías como la de Al Gore referentes a los estudios científicos del cambio climático, tomé conciencia de que el mundo se está transformando y de que empieza a moverse en esa dirección. La importancia del diseño sustentable se convierte entonces en un cambio en la estructura de pensamiento y en la forma de hacer las cosas, es un movimiento que tiene que ver con la dignidad de las personas, con nuestra propia posición en el mundo, y con lo que debemos “hacer bien” para lograr integrarnos a un círculo virtuoso de soluciones.
De manera particular, los conceptos del diseño sustentable están revolucionando nuestra profesión en el diseño de iluminación. Nuestra increíble herramienta es la luz…… absolutamente presente en la naturaleza y absolutamente protagónica para afrontar los retos que hoy en día se nos presentan.
Su manejo, en forma natural y/o artificial ha sido llevado al desarrollo de una estricta normatividad para ahorrar energía que lejos de ser una limitante en un proceso de diseño de iluminación, nos obliga ahora a incursionar en nuevos caminos de creatividad ligados a la integración de nuevas tecnologías para crear confort y bienestar en los espacios para las personas que los habitaran, pues finalmente son las personas nuestro principal objetivo.
La calidad en un proyecto de iluminación hoy en día se logra del equilibrio de una buena arquitectura, de la satisfacción de las necesidades humanas y la de factores económicos y ambientales.
En este nuevo proceso de diseño, otro punto importante es el que tiene que ver con “una visión plural”. La participación y la opinión de todos se hace absolutamente necesaria: inversionistas, financieros, arquitectos, ingenieros, diseñadores, fabricantes, contratistas, personal de recursos humanos, jefes de mantenimiento y sobre todo los usuarios. Las soluciones simples, ordenadas e inteligentes, derivadas de un análisis multidisciplinario logran integrarse a la pureza de una buena arquitectura, generando beneficios y mejores espacios para todos.
De acuerdo a mi experiencia trabajando en México, he observado que cuando los líderes de los proyectos (dueños, inversionistas, arquitectos) están convencidos de esta responsabilidad compartida, los proyectos se logran con éxito. De lo contrario hay que llevar a cabo un largo proceso de convencimiento y muchas veces un buen proyecto se reduce a “la menor inversión inicial”.
Por fortuna, este pensamiento corresponsable empieza a permear en la sociedad cada vez más, hasta que algún día, como menciona McLennan, el diseño sustentable sea una filosofía tan poderosa que cambie el curso de todos los aspectos de nuestra vida y del planeta.